Es decir, que como decía alguien en "Casino", de Scorsese: “Hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como yo las hago”.
Las prácticas mafiiosas las inventaron algunas aves mucho antes que los precursores de los Corleone. El tordo cabecipardo (Molothrus ater) norteamericano, pone como nuestros cucos sus huevos en nidos ajenos para que se los parejas de otras especies. Y después vigila. Y si alguna de ellas se deshace de uno de esos huevos, va y destroza todo su nido. Así que los huéspedes han aprendido eso de "te voy a hacer una oferta que no podrás rechazar": les sale a cuenta aguantarse y criar al pollito impuesto. Según explica esta información del Max Planck institute, este comportamiento era hasta ahora una hipótesis ("the mafia hypothesis") que acaba de ser probada. El Artículo completo, aquí. Me apunta Fernando Arce en Facebook cómo estas aves, ademas, "granjean a sus huespedes (les destruyen puestas incluso si no les han parasitado). Por un lado puede ser para mantenerles acostumbrados a la mafia, o bien, para generar asincronias en las puestas, ya que la shembras como mucho pueden parasitar un nido al dia, y, al destruir puestas antes de poner el huevo, primero favorecen la aceptacion del parasito en la reposicion, y tambien, saben la fenologia del nido, y pueden parasitar nidos con huevos frescos, y evitar que haya mucho desfase entre el nacimiento de los pollos del huesped y el del suyo".
Es decir, que como decía alguien en "Casino", de Scorsese: “Hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como yo las hago”.
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March 2025
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