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Grazas, Ramón Nicolás!
"A Torre paréceme un libro cósmico e telúrico, un libro de historia e arte, de natureza e sentidos alerta, un brillante palimpsesto ou, se se quere, unha orixinal road movie que, ademais, contén páxinas escritas con inequívoca brillantez nas que, por outro lado, asoma o espírito divulgador e científico do autor, que tanto se agradece."
Ligazón ao texto completo: AQUÍ. Grazas, Ramón Nicolás!
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Recensión de A TORRE no "Diario de Pontevedra" e "El Progreso", por Ramón Rozas Domínguez10/23/2018 "Esa intelixente prospección de tempos e diversidades narrativas son as que lle dan pulo neste libro que un le con auténtico gozo. Unha delicia que acada dúas das misións principais de calquera libro, o de adquirir coñecementos, a través de toda unha serie de datos e achegas sobre o que rodeou á Torre e á propia cidade da Coruña; e o de pensar."
Ligazón ao texto completo: AQUÍ Grazas, Ramón Rozas! En EL CULTURAL DE EL MUNDO, hablando de literatura de naturaleza con motivo de LITERNATURA10/19/2018 Extenso artículo de Fernando Díaz de Quijano en EL CULTURAL de EL MUNDO sobre la literatura de naturaleza, con motivo de la celebración del Festival LITERNATURA: Enlace aquí. Movistar Liternatura: aquelarre de escritores al natural Barcelona celebra el primer festival español dedicado a la nature writing, un género de importación con una presencia cada vez mayor entre las novedades editoriales FERNANDO DÍAZ DE QUIJANO | 18/10/2018 Lo habrán notado desde hace tiempo, especialmente en los últimos meses. Las mesas de novedades de las librerías se han ido poblando de árboles, tentáculos, plumas, helechos, aletas, flores, colmillos. Es la nature writing o literatura de naturaleza, un género que goza de una larga y rica tradición en otras latitudes, especialmente en el mundo anglosajón, pero que en España, salvo contados nombres, no ha tenido demasiado arraigo. El boom actual en las librerías de nuestro país, del que hemos hablado en ocasiones anteriores, se debe a la labor de importación de algunas editorialesque han publicado títulos clásicos del género y novedades de los escritores más destacados que lo cultivan hoy. De los primeros, Errata Naturae comenzó en 2013 con una edición ilustrada y con nueva traducción del clásico por excelencia, Walden, de Henry David Thoreau, hace unos meses editó por primera vez en español La frontera salvaje, de Washington Irving, y hace unas semanas, El arte de ver las cosas, de John Burroughs. Por su parte, Capitán Swing ha empezado a reunir los Escritos sobre naturaleza de John Muir, tarea que también ha llevado a cabo Volcano Libros, editorial especializada en el género nacida en 2017, en el volumen Cuaderno de montaña. Entre los últimos lanzamientos de contemporáneos destacan El alma del mar, de Philip Hoare, que completa su trilogía marítima compuesta por Leviatán o la ballena y El mar interior, publicada aquí por Ático de los Libros; o la autora Sy Montgomery, con dos novedades en el mercado español: El alma de los pulpos(Seix Barral) y El embrujo del tigre (Errata Naturae). Ambos autores estarán este fin de semana en Barcelona en Movistar Liternatura, el primer festival literario dedicado a la nature writing en España. La idea partió de la periodista y gestora cultural Emma Quadrada, que había detectado este auge hace tiempo y ganó un concurso de ideas convocado por Movistar que le ha permitido organizar el encuentro, que tendrá lugar en un espacio idóneo para celebrar esta unión de naturaleza y literatura: Villa Joana, una antigua masía situada en el Parque de Collserola, que hoy es un centro museístico dedicado a la literatura. En el festival participará también Annette Lavrijsen, autora de Shinra-Yoku (Lince Ediciones), Angharad Price, que presentará la primera edición en catalán de La vida de Rebecca Jones (editorial :Rata_), y algunos de los autores españoles comprometidos con esta forma de literatura, como Gabi Martínez, Antonio Sandoval Rey y Hasier Larretxea, así como los editores Rubén Hernández (Errata Naturae), Claudia Casanova (Ático de los Libros) y Javier García (Volcano). En distintas conferencias y coloquios, el encuentro tratará de dar respuesta a varias preguntas. El escritor, ornitólogo y divulgador ambiental Antonio Sandoval Rey, autor de libros como ¿Para qué sirven las aves? (Tundra) y La torre(Kalandraka), será el encargado de responder la más esencial pero no por ello la más simple: ¿qué es la literatura de naturaleza? Según el autor, esta surge “cuando la naturaleza nos inspira para hacer literatura de verdad, arte con las palabras. Esto puede tomar muchas formas, desde la celebración de los hechos de la naturaleza, la fascinación por sus imágenes, sus especies y sus procesos, y también en este momento de la historia, necesariamente tiene mucho de preocupación”. Gabi Martínez, conocido sobre todo por sus vueltas de tuerca a la literatura de viajes (Solo para gigantes, Voy...) es un apasionado de la nature writing. Fue una de las primeras personas con quien contactó la directora del festival cuando empezó a montarlo y se implicó de lleno en su organización. “La idea me entusiasmó porque hay un vacío importante dentro del espacio literario en español del viaje y la naturaleza, así que tener un festival como referencia me pareció estimulante”. Para Martínez, la diferencia principal entre la literatura de naturaleza y la literatura de viajes es que esta se centra más en los aspectos sociológicos y antropológicos, mientras que la nature writing la protagonista absoluta es la naturaleza, al menos en la rama “más pura” del género. “Es cierto que hay otros libros, como H de halcón, de Helen Macdonald, o La vida del pastor, de James Rebanks, en los que el componente humano y la sentimentalidad del narrador tienen una presencia más importante”. Martínez está preparando su propio libro sobre el pastoreo (y las ovejas negras) tras haber pasado medio año haciendo de pastor en una dehesa extremeña, y dentro de dos semanas va a pregonar la simbiosis entre cultura y naturaleza con una acción simbólica: una caravana trashumante de ovejas negras y artistas, entre los que se encuentran Agustí Villaronga, Ángel Mateo Charris y Carla Berrocal. Claudia Casanova, que acaba de constatar en la Feria del Libro de Frankfurt el crecimiento del ensayo de no ficción, cree que el auge de la literatura de naturaleza tiene que ver con un cambio en los intereses de los lectores. “El lector de ahora valora mucho la no ficción narrativa, a aquellos autores que desde la transmisión de conocimiento y desde una pasión absoluta saben contar bien una historia. Valora eso más que un ensayo académico al uso”. Esa pasión por la naturaleza a la que alude es para la editora de Ático de los Libros la clave principal: “Philip Hoare acaba de aterrizar hace un rato en Barcelona y cuando le he propuesto ir a comer me ha dicho que prefería ir a bañarse en el mar”. ¿Por qué no en España?Según la opinión de Martínez y Sandoval, en España no habido una tradición de literatura de naturaleza durante el siglo XX porque la Guerra Civil provocó “una ruptura” en la relación de las personas con la tierra. Antes de eso, “la Institución Libre de Enseñanza intentaba potenciar esa relación, salían a pasear y a conocer la tierra, enseñaban a quererla con la idea de, a partir de esa estima, crear pensando en ella. Ese vínculo se rompió con la guerra y no se ha retomado, provocando un vacío abisal en la literatura de naturaleza”, afirma Martínez. Sandoval apunta la evidente excepción de Miguel Delibes, además de José María Castroviejo y autores procedentes de diversos campos de la biología, como Jesús Garzón, Martí Boada (que también participa en el festival), Pancho Purroy o Francisco Bernis, de quien el propio Sandoval ha editado este año Las islas Sisargas en 1948, con textos escritos hace 70 años por esta figura clave de la ornitología española tras visitar los tres islotes ubicados frente a la costa coruñesa. “Es una mezcla de ciencia con descripción de paisajes y sensaciones personales, algo que se fue perdiendo en la producción científica española para dar paso a la descripción fría de los hechos. Mientras tanto es verdad que otros autores científicos siguieron escribiendo obras hermosas, como José Antonio Valverde, Félix Rodríguez de la Fuente o Joaquín Araújo, que lleva más de cien libros sobre naturaleza escritos con esa pretensión que comentaba de hacer arte con las palabras”. Para Rubén Hernández, editor de Errata Naturae, otra razón importante para que la literatura sobre la naturaleza no haya tenido mucha presencia en España salta a la vista con un simple vistazo a Google Maps: en España hay muchos menos bosques y las zonas rurales están mucho más despobladas que en otros países de Europa o el mundo anglosajón. Cantera de lectores ¿y futuros autores?Hernández está convencido de que el auge editorial ha despertado la curiosidad de los lectores por el género y usa de termómetro su edición de Walden, que en 5 años lleva 14 ediciones y 30.000 ejemplares vendidos, siendo un libro que ya existía en otras ediciones. Otros dos termómetros le sirven al editor para saber que a estos libros se acercan lectores heterogéneos: por la Feria del Libro de Madrid se deja caer el lector urbanita al que le gusta salir a la naturaleza siempre que puede (y quizá sueña con escapar de la ciudad y echarse al monte definitivamente), mientras que muchas ventas online tienen como destino zonas rurales. ¿Puede este creciente interés por la ‘liternatura' crear una cantera de escritores para el género? “Yo estoy convencido de que sí”, vaticina Sandoval. “Los escritores de cualquier género comienzan a hacerse como lectores. Yo me inicié porque hace años leí muchas obras en inglés que aún no habían sido traducidas y descubrí una manera de escribir relacionándome con la naturaleza que aquí era inédita”. Entre esas lecturas recuerda especialmente los libros de Barry Lopez, El leopardo de las nieves de Peter Matthiessen y, cuando era niño, Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell. En el festival participará también el poeta navarro Hasier Larretxea, que acaba de publicar su primera obra narrativa en castellano, El lenguaje de los bosques(Espasa). Hijo de leñador, pasó sus 24 primeros años de vida rodeado de árboles y su padre albergaba la esperanza de que se convirtiera en aizkolari como él. Tras 12 años en Madrid, la literatura le ha permitido reconectar con el universo rural, reconciliarse con un lugar de origen hermoso pero a la vez opresivo. “No soy científico, mi aproximación a la naturaleza tiene que ver con mi interés por las historias autobiográficas, la poesía, la música, la fotografía”, explica el escritor. “El libro ha sido un reto para mí y una apuesta de Espasa para, entre tantos referentes internacionales interesantes, dar voz a este tipo de literatura también en el panorama nacional” LOS DÍAS 20 Y 21 DE OCTUBRE DE 2018 estaré en Barcelona para participar en el Festival Movistar Liternatura, en el que celebraremos la simbiosis entre lo escrito y lo natural.
El programa es verdaderamente atractivo, con autores de la talla de Philip Hoare, Gabi Martínez, Sy Montgomery, Hasier Larretxea, Annette Lavrijsen, Carles Llop, Marí Boada, Amb Angharad Price... Y profesionales como Rubén Hernández, editor de Errata Naturae; Clàudia Casanova, editora de Ático de los Libros; Borja Martínez, director de la revista Leer o Javier García, editor de Volcano Books. Habrá además multitud de actividades en torno a los libros y la biodiversidad para todas la familias lectoras y naturalistas. El sábado 20 me toca responder a la pregunta "¿QUÉ ES LA LITERATURA DE NATURALEZA?". Será a las 10.00 de la mañana en la MUHBA - VIL·LA JOANA, donde se celebrará el festival. El domingo 21, en el mismo lugar y a la misma hora, presentaré mi libro más reciente, LA TORRE (ed. Kalandraka, colección Vitamina N). Si os apetece, ¡nos vemos allí! Aquí tenéis la invitación: Los días 11, 12, 13 y 14 de octubre estuve invitado por el Ayuntamiento de Alcúdia (Mallorca) a participar en un viaje de familiarización ("Fam Trip") por los territorios más diversos en aves de este municipio. Fue en compañía de Erik Hirschfeld, Vicky Knudsen, Angie Dunkley, Mya-Rose Craig y Chris Craig. Había estado ya otras veces en esa zona, acaso la mejor de la isla para la observación de aves por la concentración de diferentes hábitats en muy poca distancia. Muchos rincones, en consecuencia, me resultaron más que conocidos. ¡Pero es que siempre es una gozada volver! Sobre todo cuando vienes de un paisaje atlántico, como es mi caso. Son tantas las especies allí comunes y en cambio muy escasas en Galicia, y tan estupendas las oportunidades de disfrutar de ellas... Comenzaron esos días la tarde del 11 con un paseo turístico por el casco antiguo de Alcúdia, lleno de historia, y una cena a base de productos de la tierra en el restaurante Fonda Llabrés, el primer establecimiento hotelero de la ciudad, fundado en 1957. Nos retiramos pronto, porque al día siguiente tocaba madrugar para acudir al Parque Natural de s'Albufera, en muchos aspectos todo un modelo de gestión: Cerca de la entrada varios martinetes disfrutaban de los primeros rayos de sol al tiempo que se preparaban para pasar el día durmiendo, como garzas nocturnas que son: Casi a sus pies (o mejor dicho, patas) unas cuantas cercetas pardillas apuraban su desayuno en el canal principal: Nuestro guía ornitológico profesional de estos días fue Pere Tomas, un fuera de serie con quien no dejas de aprender. Cuando vayáis a Baleares de turismo ornitológico, no dejéis de contactar con él si queréis aprovechar cada instante de vuestros paseos pajareros. Aquí está mostrándonos en un plano el recorrido que haríamos por el interior del Parque Natural: Las horas que siguieron por s'Albufera estuvieron repletas de observaciones estupendas desde los observatorios y senderos. Por ejemplo, desde este mirador vimos muy bien carricerín real: Luego vinieron, entre otras muchas especies, calamones, fochas cornudas, avetorillos, cigüeñuelas, espátulas, tarros blancos... A mediodía tuvimos la suerte de estar invitados a una refrescante comida en casa de Mariángeles y Rafael (en la derecha en la foto - ¡muchas gracias!). Mis compañeros extranjeros pudieron conocer así de primera mano los secretos del Pan amb oli, la sobrasada y otras delicatessen locales. Tras un descanso de mediodía en nuestro hotel, el Portblue Club Pollentia Resort & Spa Pasamos la tarde por las laderas del monte de La Victoria, en busca de piquituertos. La población mallorquina de esta especie es una subespecie exclusiva de aquí, Loxia curvirostra balearica, que cualquier día sube a rango de especie, según ya se ha propuesto varias veces y apunta un reciente artículo. Cenamos en el el puerto de Alcúdia, en el Restaurante Bistro Mar, y nos fuimos a descansar de nuevo temprano, porque en pocas horas zarparíamos casi de allí mismo rumbo al entorno marino del Cabo Formentor... Lo hicimos bordo del Poseidón Mallorca, con Guillermo al timón: Desde el Cap des Pinar un par de halcones peregrinos nos dieron los buenos días antes un poco antes de la salida del sol. Poco después, al entrar en la bahía de Pollença, vimos las primeras pardelas cenicientas. Esta era una especie que mis compañeros tenían muchas ganas de ver de cerca, porque en sus mares es poco frecuente. También yo las estudié con interés. Las del Mediterráneo pertenecen a la (sub)especie Calonectris (diomedea) diomedea. Esos paréntesis son porque en muchos países, también por parte de la IUCN, y diversos autores, ya se las reconoce como especie separada de la atlántica Calonectris (diomedea) borealis. Poco a poco nos íbamos acercando al cabo Formentor... Tras doblarlo, vimos muchas más cenicientas... Pero nuestra atención estuvo ya cada vez más en el los acantilados y el cielo. Más que sobre las olas. Allí arriba volaban los halcones de Eleonora... ¡Y estaban de caza! Durante las siguientes horas observamos varios lances en los que las víctimas eran pequeños pájaros migrantes que intentaban llegar a la isla tras su travesía nocturna de esta parte del Mediterráneo. Los Eleonora les aguardaban sobre los perfiles de los despeñaderos... Este es sin duda uno de los espectáculos ornitológicos más impresionantes del Mediterráneo, y por supuesto de las Baleares. No es de extrañar que los entusiastas del Birding acudan aquí en tan alto número. La comida fue a bordo, en una cala ese día exclusiva para nosotros. En octubre hay ya relativamente poco turismo convencional en Alcúdia, y en Mallorca en general. Eso convierte el otoño en una temporada estupenda para venir. Sobre todo si lo que te va es el turismo ornitológico. En la orilla, una gaviota de Audouin nos contemplaba sin demasiado interés. ¡Si llega a ser una patiamarilla gallega, ella y sus amigas habrían intentado, seguro, compartir con nosotros la tortilla de patata! El viaje de regreso a Alcúdia nos entretuvimos con más halcones de Eleonora, alguna siesta y estupendas charlas. Erik y yo, por ejemplo, conversamos largo y tendido acerca de aves marinas, y en concreto de nuestras experiencias en materia de seawatching en los cabos de Peniche (él) y Estaca de Bares (yo). En el puerto de Alcúdia nos recibieron el calor y las ganas de descansar, como esos charranes patinegros: Yo no descansé... Me fui a pasar el mediodía en la zona de s'Albufereta, en busca de más aves. Por la tarde, para terminar la jornada, nos fuimos a Maristany, una gran laguna repleta de fochas, zampullines y patos de varias especies. Allí obtuvimos unas cuantas observaciones muy bonitas de calamón. Antes de ir a cenar al Restaurante Miramar de Alcúdia (donde nos acompañaron Joan Mayol, Jordi Muntaner y Pilar, con quienes charlamos de la historia ornitológica de la isla), Lorena, Pere, Mya, Chris y yo aún encontramos tiempo para ir a buscar... ¡Estorninos negros! Esta especie es escasa en Mallorca, y muy rara en el norte de Europa. No los vimos, pero a cambio disfrutamos de una estupenda puesta de sol. Ahí voy yo, apurando los restos del día: En fin, que Alcúdia y su entorno, como escribí más arriba, son un destino genial para las vacaciones pajareras. Y mejor aún si vas con la familia: hay oportunidades de ocio para todo el mundo (mar, deportes, piscinas, gastronomía...), y aves muy interesantes a un paseo de todos los hoteles. Además de una temperatura estupenda, incluso en octubre, para tumbarte y sestear cuando te apetece: Muchas gracias una vez más al Ayuntamiento de Alcúdia, y en particular a su concejal de Turismo, Joan Gaspar Vallori, por su invitación a participar de este viaje y su perfecta organización de todo. También por su excelente coordinación a Alessia Comis y Lorena Vaca, de la agencia Pidelaluna, y a la Agrupación Hotelera de Alcúdia por su colaboración en todo. Un diez a nuestro guía Pere Tomas, sin el cual la visita no habría sido, en absoluto, lo mismo. Por supuesto, por su compañía estupenda, y por momentos muy divertida, muchas gracias también a Erik Hirschfeld, Vicky Knudsen, Angie Dunkley, Mya-Rose Craig y Chris Craig, mis compañeros de aventura. Volveré, y pronto, por allí. Me vine con 71 especies de aves apuntadas en mi cuaderno, muchas de las cuales... ¡Quiero ver y fotografiar mejor!
O programa ZigZag da Televisión de Galicia entrevistoume á mantenta da publicación de A TORRE.
Nesta ligazón está o resultado. Estupenda conversa onte na librería Berbiriana de A Coruña, con Antonio Casado da Rocha e José Antonio Seoane, en torno ao libro do primeiro, "Una casa en Walden" (Ed. Pepitas de Calabaza). Houbo moita filosofía, moitas aves, moita preocupación polo futuro, e moitos paseos xunto a Henry David Thoreau polas beiras do Walden Pond. Un texto marabilloso.
A miña participación nas xornadas sobre a figura de Alexander von Humboldt e os retos actuais do medio ambiente tivo hoxe como tema "O entusiasmo pola natureza". Porque preservar a biodiversidade, hoxe e no futuro, necesita moito entusiasmo, inspiración, motivación, contaxio emocional... Estas xornadas traen estos días a Coruña a diferentes expertos estatais e internacionais:
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March 2023
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