Comenzaron esos días la tarde del 11 con un paseo turístico por el casco antiguo de Alcúdia, lleno de historia, y una cena a base de productos de la tierra en el restaurante Fonda Llabrés, el primer establecimiento hotelero de la ciudad, fundado en 1957. Nos retiramos pronto, porque al día siguiente tocaba madrugar para acudir al Parque Natural de s'Albufera, en muchos aspectos todo un modelo de gestión:
Los días 11, 12, 13 y 14 de octubre estuve invitado por el Ayuntamiento de Alcúdia (Mallorca) a participar en un viaje de familiarización ("Fam Trip") por los territorios más diversos en aves de este municipio. Fue en compañía de Erik Hirschfeld, Vicky Knudsen, Angie Dunkley, Mya-Rose Craig y Chris Craig. Había estado ya otras veces en esa zona, acaso la mejor de la isla para la observación de aves por la concentración de diferentes hábitats en muy poca distancia. Muchos rincones, en consecuencia, me resultaron más que conocidos. ¡Pero es que siempre es una gozada volver! Sobre todo cuando vienes de un paisaje atlántico, como es mi caso. Son tantas las especies allí comunes y en cambio muy escasas en Galicia, y tan estupendas las oportunidades de disfrutar de ellas... Comenzaron esos días la tarde del 11 con un paseo turístico por el casco antiguo de Alcúdia, lleno de historia, y una cena a base de productos de la tierra en el restaurante Fonda Llabrés, el primer establecimiento hotelero de la ciudad, fundado en 1957. Nos retiramos pronto, porque al día siguiente tocaba madrugar para acudir al Parque Natural de s'Albufera, en muchos aspectos todo un modelo de gestión: Cerca de la entrada varios martinetes disfrutaban de los primeros rayos de sol al tiempo que se preparaban para pasar el día durmiendo, como garzas nocturnas que son: Casi a sus pies (o mejor dicho, patas) unas cuantas cercetas pardillas apuraban su desayuno en el canal principal: Nuestro guía ornitológico profesional de estos días fue Pere Tomas, un fuera de serie con quien no dejas de aprender. Cuando vayáis a Baleares de turismo ornitológico, no dejéis de contactar con él si queréis aprovechar cada instante de vuestros paseos pajareros. Aquí está mostrándonos en un plano el recorrido que haríamos por el interior del Parque Natural: Las horas que siguieron por s'Albufera estuvieron repletas de observaciones estupendas desde los observatorios y senderos. Por ejemplo, desde este mirador vimos muy bien carricerín real: Luego vinieron, entre otras muchas especies, calamones, fochas cornudas, avetorillos, cigüeñuelas, espátulas, tarros blancos... A mediodía tuvimos la suerte de estar invitados a una refrescante comida en casa de Mariángeles y Rafael (en la derecha en la foto - ¡muchas gracias!). Mis compañeros extranjeros pudieron conocer así de primera mano los secretos del Pan amb oli, la sobrasada y otras delicatessen locales. Tras un descanso de mediodía en nuestro hotel, el Portblue Club Pollentia Resort & Spa Pasamos la tarde por las laderas del monte de La Victoria, en busca de piquituertos. La población mallorquina de esta especie es una subespecie exclusiva de aquí, Loxia curvirostra balearica, que cualquier día sube a rango de especie, según ya se ha propuesto varias veces y apunta un reciente artículo. Cenamos en el el puerto de Alcúdia, en el Restaurante Bistro Mar, y nos fuimos a descansar de nuevo temprano, porque en pocas horas zarparíamos casi de allí mismo rumbo al entorno marino del Cabo Formentor... Lo hicimos bordo del Poseidón Mallorca, con Guillermo al timón: Desde el Cap des Pinar un par de halcones peregrinos nos dieron los buenos días antes un poco antes de la salida del sol. Poco después, al entrar en la bahía de Pollença, vimos las primeras pardelas cenicientas. Esta era una especie que mis compañeros tenían muchas ganas de ver de cerca, porque en sus mares es poco frecuente. También yo las estudié con interés. Las del Mediterráneo pertenecen a la (sub)especie Calonectris (diomedea) diomedea. Esos paréntesis son porque en muchos países, también por parte de la IUCN, y diversos autores, ya se las reconoce como especie separada de la atlántica Calonectris (diomedea) borealis. Poco a poco nos íbamos acercando al cabo Formentor... Tras doblarlo, vimos muchas más cenicientas... Pero nuestra atención estuvo ya cada vez más en el los acantilados y el cielo. Más que sobre las olas. Allí arriba volaban los halcones de Eleonora... ¡Y estaban de caza! Durante las siguientes horas observamos varios lances en los que las víctimas eran pequeños pájaros migrantes que intentaban llegar a la isla tras su travesía nocturna de esta parte del Mediterráneo. Los Eleonora les aguardaban sobre los perfiles de los despeñaderos... Este es sin duda uno de los espectáculos ornitológicos más impresionantes del Mediterráneo, y por supuesto de las Baleares. No es de extrañar que los entusiastas del Birding acudan aquí en tan alto número. La comida fue a bordo, en una cala ese día exclusiva para nosotros. En octubre hay ya relativamente poco turismo convencional en Alcúdia, y en Mallorca en general. Eso convierte el otoño en una temporada estupenda para venir. Sobre todo si lo que te va es el turismo ornitológico. En la orilla, una gaviota de Audouin nos contemplaba sin demasiado interés. ¡Si llega a ser una patiamarilla gallega, ella y sus amigas habrían intentado, seguro, compartir con nosotros la tortilla de patata! El viaje de regreso a Alcúdia nos entretuvimos con más halcones de Eleonora, alguna siesta y estupendas charlas. Erik y yo, por ejemplo, conversamos largo y tendido acerca de aves marinas, y en concreto de nuestras experiencias en materia de seawatching en los cabos de Peniche (él) y Estaca de Bares (yo). En el puerto de Alcúdia nos recibieron el calor y las ganas de descansar, como esos charranes patinegros: Yo no descansé... Me fui a pasar el mediodía en la zona de s'Albufereta, en busca de más aves. Por la tarde, para terminar la jornada, nos fuimos a Maristany, una gran laguna repleta de fochas, zampullines y patos de varias especies. Allí obtuvimos unas cuantas observaciones muy bonitas de calamón. Antes de ir a cenar al Restaurante Miramar de Alcúdia (donde nos acompañaron Joan Mayol, Jordi Muntaner y Pilar, con quienes charlamos de la historia ornitológica de la isla), Lorena, Pere, Mya, Chris y yo aún encontramos tiempo para ir a buscar... ¡Estorninos negros! Esta especie es escasa en Mallorca, y muy rara en el norte de Europa. No los vimos, pero a cambio disfrutamos de una estupenda puesta de sol. Ahí voy yo, apurando los restos del día: En fin, que Alcúdia y su entorno, como escribí más arriba, son un destino genial para las vacaciones pajareras. Y mejor aún si vas con la familia: hay oportunidades de ocio para todo el mundo (mar, deportes, piscinas, gastronomía...), y aves muy interesantes a un paseo de todos los hoteles. Además de una temperatura estupenda, incluso en octubre, para tumbarte y sestear cuando te apetece: Muchas gracias una vez más al Ayuntamiento de Alcúdia, y en particular a su concejal de Turismo, Joan Gaspar Vallori, por su invitación a participar de este viaje y su perfecta organización de todo. También por su excelente coordinación a Alessia Comis y Lorena Vaca, de la agencia Pidelaluna, y a la Agrupación Hotelera de Alcúdia por su colaboración en todo. Un diez a nuestro guía Pere Tomas, sin el cual la visita no habría sido, en absoluto, lo mismo. Por supuesto, por su compañía estupenda, y por momentos muy divertida, muchas gracias también a Erik Hirschfeld, Vicky Knudsen, Angie Dunkley, Mya-Rose Craig y Chris Craig, mis compañeros de aventura. Volveré, y pronto, por allí. Me vine con 71 especies de aves apuntadas en mi cuaderno, muchas de las cuales... ¡Quiero ver y fotografiar mejor!
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March 2023
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