Después el viernes, compartiré en Palma de Mallorca, invitado por el Consell, lo que vamos descubriendo desde Estaca de Bares acerca de la pardela balear, una de las aves marinas más amenazadas del mundo. Su futuro depende de Baleares, donde cría, pero también de Galicia, de todo el litoral ibérico y de buena parte del golfo de Vizcaya. Según cómo le vaya en todas esas partes podremos estar satisfechos de nuestro trabajo, o sólo de haber trabajado.
Según un artículo científico muy reciente y riguroso, lo que le queda a la pardela balear de existencia si no hacemos nada por remediar lo que la lleva hacia la extinción son 61 años. Por eso es tan importante empeñarnos en saber más y más de ella.